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Recuerdos de Evelina Y Max Konanz 

Los mayores benefactores de la AEO y el Jardín Botánico

Quienes tuvimos la oportunidad de conocerlos y trabajar junto a ellos como voluntarios en estas dos instituciones, podemos dar fe que ningún otro socio, puede superar sus responsabilidades y preocupaciones, su generosidad y filantropía, su amor y desprendimiento en todo lo relacionado con las actividades y eventos que realizamos, para cumplir con nuestro compromiso de difundir el conocimiento y proteger nuestras orquídeas. Fueron destacados cultivadores, no solo de orquídeas, sino que poseían uno de los mejores y más bonitos jardines de nuestra ciudad, que ellos permitían que las personas que demostraban interés por conocerlo lo visiten, admiren y tomen fotografías.

 

En todas las Exposiciones que realizamos desde la Primera en 1975, recibieron premios por sus excelentes flores y plantas. Su participan se inicia con la fundación de la AEO en 1974, brindando su hogar no solo para las reuniones del directorio, sino también para dictar talleres de cultivo para recaudar fondos para las obras, que eran dictados por destacados cultivadores nacionales y extranjeros; o para alojar a los jueces extranjeros que invitábamos a nuestras exposiciones internacionales y para brindar cenas de bienvenida a las delegaciones que nos visitaban en dichas exposiciones. Se volvió tradicional el Ponche Navideño que durante muchos años Eve (como le decíamos cariñosamente), nos brindaba a los miembros del directorio, cuando ella era Secretaria. Para tener una dimensión de su extraordinaria contribución voy a resumir los cargos que ellos desempeñaron, que demuestra que nunca durante su vida activa, estuvieron alejados de nosotros:

EVELINA:


Secretaria del Directorio: 1974-75-76-79-80-81-82-83-84-85-86-87-88-89-90-92 (13 años)
Bibliotecaria: 19-93-94-95-96-97-98-99-2000-01-02-03-04-05-06-07-08-09-10 (19 años)
Directora de la TROPIFLORA: 1993 - 96
Directora: II Exposición (1976) y de la X Exposición (1999) Internacional de Orquídeas

 

MAX :

Presidente del Directorio: 1977-78-93
Vicepresidente: 1984-85-86-87-88
Vocal Principal: 89-90-91-92-96-97-98-99-2000-01-02-03-04-05 (14 años)
Director: III Exposición (1979) – IV Expo. (1982) – V Expo. (1985) y VI Expo. (1988)
Representante de la AEO ante la American Orchid Society durante 38 años, desde 1979 hasta su fallecimiento en el 2017
Coautor del libro Orquídeas de la Costa del Ecuador (1988)

 

En Septiembre del 2004 los dos fueron nombrados Socios Honorarios, por cumplir 30 años de participación activa, como socios fundadores En el año 2007, Evelina dono un mueble donde ella había acumulado y conservado 727 libros, mientras ella fue Bibliotecaria y Max dono su Biblioteca particular que consta de 1.224 volúmenes de libros y revistas, que se mantienen en el Auditorio del Jardín Botánico. Además de otras múltiples donaciones como por ejemplo una planta eléctrica al inicio de la construcción del JBG, una laptop, la primera bomba de agua para el pozo profundo que permitió instalar un sistema de riego, trámites para la importación de plantas de orquídeas para nuestras exposiciones, programa digital para juzgamiento de las exposiciones, etc.


Pero el Jardín Botánico de Guayaquil no se hubiera podido bendecir, inaugurar y abrir al público, si no hubiéramos recibido la extraordinaria ayuda económica que nos otorgaron durante seis años (1988-89-90-91-92-93), en forma anónima, estos filántropos, amantes de la naturaleza, que permitieron terminar las obras de infraestructura básicas. Esta revelación la podemos hacer de conocimiento público, gracias a la autorización expresa que nos diera Max, a insistencia nuestra, poco tiempo antes de dejarnos. Guayaquil, sabe ahora quienes hicieron posible esta obra de carácter educacional, científico, cultural, recreacional y de conservación
que es visitado por miles de estudiantes, familias y turistas que nos visitan de otras ciudades del Ecuador y del extranjero, constituyéndose en un sitio emblemático de nuestra ciudad.


Por todo esto y mucho más tenemos que rendir nuestro homenaje de agradecimiento, a Dios que nos dio la oportunidad de enriquecernos durante los años que tuvimos la oportunidad de alternar con ellos y fueron, para Carmela y para mi, nuestros mejores y dilectos amigos, a quienes jamás olvidaremos por todas las gentilezas y muestras de cariño que recibimos de ellos.


Gracias Evelina y Max por todo el legado que nos dejaron.


Arcadio Arosemena Gallardo.

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